Neumonia complicada
Las complicaciones de las neumonías conforman un grupo
muy importante dentro de los niños ingresados con patología torácica y suelen presentarse como
lesiones broncopulmonares y pleurales complejas. Cuando
la infección neumónica no se limita al parénquima pulmonar
sino que se extiende a las pleuras y se presenta un empiema,
se modifica radicalmente el curso clínico y el comportamiento
de la entidad, constituyéndose la infección pleuropulmonar en
un reto para su adecuado manejo, ya que no hay unificación
en los criterios de clasificación lo que puede llevar a una
confusión retraso en la toma de decisiones y a oportuna y
adecuada intervención.
Las mayores complicaciones de la neumonía incluyen:
neumotórax, neumonía necrosante y
empiema. Las ultimas dos parece que han ido incrementando.
La neumonía necrosante se puede sospechar por
radiología, pero usualmente se diagnóstica por tomografía
computada. Ha sido un diagnóstico raro y, por lo tanto, es
difícil calcular su real incidencia pero grandes series de casos
sugieren que ha ido aumentando su frecuencia. Su diagnóstico
se ha hecho más fácil y frecuente con la disponibilidad
de estas técnicas imagenológicas. La neumonía necrosante
usualmente coexiste con el empiema, el cual también ha ido
incrementando su incidencia en diferentes partes del mundo.
Los abscesos pulmonares aunque son complicaciones
raras de la neumonía adquirida en la comunidad en niños,
parece que igualmente han ido aumentando su frecuencia
de presentación.
El neumococo, especialmente el serotipo 1, es la primera
causa de derrame pleural paraneumónico en la edad
pediátrica, reflejando su importancia como agente etiológico
en la neumonía adquirida en la comunidad. Otros gérmenes
que debemos tener en cuenta son el Staphylococcus
aureus, especialmente en niños menores de seis meses y Streptococcus
pyogenes. Desde la implantación de la vacunación
sistemática de todos los lactantes, la incidencia de derrame
pleural por Haemophilus influenzae se ha reducido dramáticamente.
Aunque las neumonías víricas y por Mycoplasma
pueden acompañarse de derrames paraneumónicos, es infrecuente
que estos sean importantes y precisen modificar el
manejo de la propia neumonía.
Los derrames paraneumónicos suelen ser unilaterales.
En los casos de aparición bilateral se debe descartar tuberculosis
o infección parasitaria.
http://www.sccalp.org/boletin/46_supl1/BolPediatr2006_46_supl1_113-118.pdf
http://www.neumologia-pediatrica.cl/PDF/201382/neumonia-complicada.pdf
http://www.neumoped.org/docs/protocolo3.pdf
El término de atelectasia se asocia con el colapso
de una región pulmonar periférica, segmentaria
o lobar, o bien al colapso masivo de
uno o ambos pulmones, que motiva la imposibilidad
para realizar el intercambio gaseoso.
Esta situación anómala es consecuencia de
diferentes trastornos pulmonares o extrapulmonares,
por lo que dicha entidad patológica
no es una enfermedad “per se” sino la manifestación
de una patología pulmonar subyacente.
Cualquiera que sea la causa de la atelectasia,
una compresión externa, una
obstrucción intrabronquial o la inactivación
o ausencia de surfactante, el colapso se acompaña
de absorción del aire contenido en los
alveolos, asociado a la pérdida de volumen de
la zona afectada.
El niño presenta una mayor predisposición
para el desarrollo de atelectasia que en el
adulto, debido a que las vías aéreas son más
pequeñas y por lo tanto presentan una mayor
tendencia al colapso. A esto hay que añadir
el menor número de canales de ventilación
colateral y una estructura del tórax que presenta
mayor debilidad con respecto al adulto.
http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/1_4.pdf
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