domingo, 30 de octubre de 2016

Neumonia complicada

Las complicaciones de las neumonías conforman un grupo muy importante dentro de los niños ingresados con patología torácica y suelen presentarse como lesiones broncopulmonares y pleurales complejas. Cuando la infección neumónica no se limita al parénquima pulmonar sino que se extiende a las pleuras y se presenta un empiema, se modifica radicalmente el curso clínico y el comportamiento de la entidad, constituyéndose la infección pleuropulmonar en un reto para su adecuado manejo, ya que no hay unificación en los criterios de clasificación lo que puede llevar a una confusión retraso en la toma de decisiones y a oportuna y adecuada intervención. Las mayores complicaciones de la neumonía incluyen: neumotórax, neumonía necrosante y empiema. Las ultimas dos parece que han ido incrementando. La neumonía necrosante se puede sospechar por radiología, pero usualmente se diagnóstica por tomografía computada. Ha sido un diagnóstico raro y, por lo tanto, es difícil calcular su real incidencia pero grandes series de casos sugieren que ha ido aumentando su frecuencia. Su diagnóstico se ha hecho más fácil y frecuente con la disponibilidad de estas técnicas imagenológicas. La neumonía necrosante usualmente coexiste con el empiema, el cual también ha ido incrementando su incidencia en diferentes partes del mundo. Los abscesos pulmonares aunque son complicaciones raras de la neumonía adquirida en la comunidad en niños, parece que igualmente han ido aumentando su frecuencia de presentación.

El neumococo, especialmente el serotipo 1, es la primera causa de derrame pleural paraneumónico en la edad pediátrica, reflejando su importancia como agente etiológico en la neumonía adquirida en la comunidad. Otros gérmenes que debemos tener en cuenta son el Staphylococcus aureus, especialmente en niños menores de seis meses y Streptococcus pyogenes. Desde la implantación de la vacunación sistemática de todos los lactantes, la incidencia de derrame pleural por Haemophilus influenzae se ha reducido dramáticamente. Aunque las neumonías víricas y por Mycoplasma pueden acompañarse de derrames paraneumónicos, es infrecuente que estos sean importantes y precisen modificar el manejo de la propia neumonía. Los derrames paraneumónicos suelen ser unilaterales. En los casos de aparición bilateral se debe descartar tuberculosis o infección parasitaria.

http://www.sccalp.org/boletin/46_supl1/BolPediatr2006_46_supl1_113-118.pdf

http://www.neumologia-pediatrica.cl/PDF/201382/neumonia-complicada.pdf

http://www.neumoped.org/docs/protocolo3.pdf

El término de atelectasia se asocia con el colapso de una región pulmonar periférica, segmentaria o lobar, o bien al colapso masivo de uno o ambos pulmones, que motiva la imposibilidad para realizar el intercambio gaseoso. Esta situación anómala es consecuencia de diferentes trastornos pulmonares o extrapulmonares, por lo que dicha entidad patológica no es una enfermedad “per se” sino la manifestación de una patología pulmonar subyacente. Cualquiera que sea la causa de la atelectasia, una compresión externa, una obstrucción intrabronquial o la inactivación o ausencia de surfactante, el colapso se acompaña de absorción del aire contenido en los alveolos, asociado a la pérdida de volumen de la zona afectada. El niño presenta una mayor predisposición para el desarrollo de atelectasia que en el adulto, debido a que las vías aéreas son más pequeñas y por lo tanto presentan una mayor tendencia al colapso. A esto hay que añadir el menor número de canales de ventilación colateral y una estructura del tórax que presenta mayor debilidad con respecto al adulto.

http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/1_4.pdf

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