domingo, 30 de octubre de 2016

La insuficiencia renal crónica (IRC) se define como una reducción progresiva, permanente e irreversible de la tasa de filtrado glomerular. Las causas más frecuentes de IRC en los niños menores de 5 años son las anomalías congénitas, mientras que en los niños mayores de 5 años son las enfermedades adquiridas (glomerulopatías). Una vez que se ha producido un daño irreversible en el riñón, la enfermedad progresa invariablemente hacia el fallo renal crónico debido a una serie de cambios adaptativos en las nefronas restantes y a la aparición de una serie de factores que seguirán ejerciendo un efecto negativo sobre la estructura glomerular: hipertensión arterial (HTA), proteinuria, hiperfosfatemia, acidosis metabólica, producción intrarrenal de angiotensina I e hiperaldosteronismo. La clínica de la IRC empieza a partir de una destrucción de más del 50% de la masa renal y viene determinada por la pérdida progresiva de la función depurativa de residuos nitrogenados (uremia, uricemia), de la función reguladora hidroelectrolítica (edemas, hiperpotasemia) y de la función reguladora del equilibrio acidobásico (acidosis metabólica). El fracaso por parte del riñón en el mantenimiento de la necesaria homeostasis del organismo lleva a la alteración secundaria de la función de los diferentes aparatos y sistemas (cardiovascular, gastrointestinal, hematológico, neurológico, dermatológico, endocrinológico, etc.). Hay que destacar las alteraciones del crecimiento por una alteración de la acción de la hormona de crecimiento, las alteraciones esqueléticas (osteodistrofia renal) como consecuencia de una alteración en el metabolismo del calcio, la anemia por déficit en la producción renal de eritropoyetina (EPO), y la HTA producida por un aumento de la volemia y de las resistencias periféricas.

Tratamiento
El tratamiento de la IRC se dirige a suplir las funciones renales afectadas y a impedir o frenar la progresión de la enfermedad; el tratamiento definitivo es el trasplante renal.
  • La dieta del niño con insuficiencia renal debe ser variada y adecuada a sus necesidades energéticas, ya que la restricción proteica puede agravar los problemas de malnutrición y retraso de crecimiento que presentan.
  • El tratamiento de la osteodistrofia renal con vitamina D previene las deformidades óseas y ayuda a un correcto crecimiento.
  • Los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina y los antagonistas de los receptores de la angiotensina II son el tratamiento de elección en la hipertensión del niño con insuficiencia renal, ya que enlentecen su progresión y mejoran el pronóstico de la IRC, puesto que la enfermedad cardiovascular es la mayor causa de mortalidad en estos niños.
  • Los niños de talla baja se pueden beneficiar del tratamiento con hormona de crecimiento humana recombinante (rHuGH).
  • La administración de eritropoyetina humana recombinante (rHuEPO) está indicada cuando las cifras de hemoglobina son inferiores a 10 g/dl; el objetivo es conseguir cifras de hemoglobina entre 11 y 13 g/dl.
  • Tratamiento sustitutivo
  • Las dos únicas opciones de que se dispone a la hora de tratar al niño que ha llegado a una situación de insuficiencia renal terminal son la diálisis y el trasplante renal.
  • El tratamiento de elección de la insuficiencia renal terminal es el trasplante renal, y va a asegurar un mejor desarrollo psicomotor, físico y social.
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/21_2.pdf http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/24_erc_diag_trat.pdf

No hay comentarios.:

Publicar un comentario